¿QUIÉN SOY?
Hola, soy Patricia Díez, Psicóloga Sanitaria, Doctora en Filosofía, DEA en Antropología Social, experta en Mindfulness y Coach nutricional y deportivo.
Este es el motivo por el que abarco unos ámbitos laborales que al unirlos, me han ayudado a adquirir una experiencia difícil de lograr por otros caminos revelándose fundamental para la práctica en psicoterapia ¿Quieres saber por qué?
Lo mejor que me ha aportado la posibilidad de integrar estas profesiones, ha sido la oportunidad de trabajar en diferentes países desde la posición de una investigadora que se va a ver inmersa durante largos períodos de tiempo en una nueva cultura, integrándose y participando en ella en algunos momentos, y en otros, actuando como mera observadora que recaba información para después analizarla.
Así se ha ido abriendo mi perspectiva del mundo, flexibilizando mi manera de ver las cosas, estableciendo enlaces diferentes.
Gracias a ello he descubierto que todo está en relación con lo que conocemos y cuanto más conocemos, más posibilidades tenemos de hacer una valoración objetiva y completa de la realidad.
Es como quitarle las orejeras a un burro. En lugar de ver una pequeña parte, y tener que sacar conclusiones con lo poco que se ha visto, de repente el burro lo ve todo y es libre para decidir lo que quiere hacer en función de ello. De esa forma es más difícil errar. Es el camino hacia la libertad.
Aquí voy a mostrar un breve resumen de las influencias que he recibido de algunos países y cómo las he ido adaptando a mi manera de entender y practicar la psicoterapia.
ASIA
En Asia he pasado dos años, visitando lugares como Japón, Indonesia, Tailandia, Singapur, Nueva Zelanda, Australia…
A Japón le dediqué un año completo, donde pude empaparme de la sencillez y profundidad de la psicología budista Zen. De ahí que el tema de mi tesina fuera el “Lenguaje corporal y deseo en la iconografía budista: Una herramienta de trabajo para las terapias cognitivo-conductuales”.
Trabajar en Japón me hizo descubrir todo un espectro de técnicas creativas, características de su cultura y manera de percibir, que me han sido muy útiles a la hora de colaborar con la fundación neuronilla, donde cooperé durante más de 10 años trabajando por el desarrollo de la creatividad.
En mi viaje a Java viví la experiencia de caminar por el mandala más grande jamás construido. Es conocido como templo de Borobudur, al que muy pocos turistas acceden, o por lo menos en la época que yo fui.
Este mandala arquitectónico que data del 760 D.C. consta de cuatro pisos.
Según las tradiciones budistas, se entiende que cada piso acerca un poco más a la iluminación a aquellos que recorren sus laberintos ascendentes, gracias a la sabiduría que envuelve la iconografía grabada en sus paredes.
Bali, por otra parte, permite a quien se adentra en sus caminos más profundos, vivir la tradición Hinduista y Budista, aderezada con un paisaje inundado de terrazas de arroz. La delicadeza, el cuidado, la paciencia, el gusto estético y la bondad, se mezclan en su cultura ofreciendo un paraíso difícil de superar.
Singapur se impregna de influencias de todos los países. Si hiciéramos un juego, haciendo a la persona aterrizar allí por sorpresa, sería difícil que averiguase dónde está.
Tailandia sin embargo, se muestra inconfundible ante los ojos de un occidental.
Los innumerables templos que acoge Bangkok y la actividad de sus calles, contrastan con el ambiente relajado que se vive en los pueblos, donde se pueden descubrir restos arquitectónicos de lo más insospechados.
Aglutinar el conocimiento adquirido en Asia, es la vía que me ha permitido desarrollar mi tesis doctoral titulada: “Morirse como proceso psicológico adaptativo en el Budismo: la actitud relisiente”, calificada con un Sobresaliente CUM LAUDE. Abrir aquí.
EUROPA
Una experiencia muy distinta a la de los otros países fue la que resultó de trabajar durante dos años en Budapest, Hungría, para una productora internacional de programas de entretenimiento para la T.V.
Dinamizar los equipos creativos promoviendo la creatividad para el desarrollo de los programas que se van a emitir en todo el mundo, proporciona una perspectiva de cada país en cuanto a gustos, hábitos y tendencias desde dos vertientes;
Por un lado, la del equipo de creativos y editores, observando las limitaciones y potencialidades que muestran condicionados por la cultura, en su manera de crear.
Por el otro, la del público al que van dirigidos. Con pruebas de ensayo y error, unido a los informes de audiencia minuto a minuto, resulta clarificador qué le motiva a la gente y qué no. ¡Aquí también me llevé unas cuantas sorpresas!
La experiencia en Budapest también hay que enmarcarla en su contexto socio-cultural.
Hungría es un país aún marcado en sus costumbres por un régimen comunista que desapareció hace tan sólo unos años. Ha sido muy castigada por guerras, invasiones y exterminaciones, lo que aún da lugar a conflictos.
Es un país que se ha visto florecer para después perder muchos de sus pétalos. Toda ésta vorágine política, social, cultural, económica, ha dejado un sabor amargo y cargado de emoción que todavía tratan de endulzar.
Caminando por sus calles es fácil imaginar cómo se han debido sentir, dado que aún puedes ver cosas tales como las marcas de balas en las paredes de los edificios o restos de muros en los que se han hacinado miles de judíos.
Para quien no ha vivido la amenaza de una guerra, o regímenes autoritarios, todo este panorama provoca un shock que inevitablemente ubica de nuevo la vida bajo otra perspectiva.
AMÉRICA
Madre mía ¡esto es todo un continente!
Pero bueno, recorriendo ciudades y países puedes observar las distintas posibilidades y formas de vida que ofrece el mundo.
Puedes estar en un café de Chicago escuchando Jazz en directo, o en la selva viendo pescar pirañas.
En cualquier caso hay algo que siempre me ha marcado, y es la idea de intentar estar en forma lo mejor posible para poder seguir viajando y tener nuevas experiencias como cuando subí al Huayna Picchu (montaña a la que se accede desde la base del Machu Picchu).
Quizá eso me haya hecho tomar consciencia de la importancia del ejercicio físico en nuestras vidas, y quizá por eso me llevó a realizar el curso de coaching deportivo.
De la misma forma la nutrición me interesó, a raíz de tantas experiencias culinarias y ver cómo le afectaba a mi cuerpo dependiendo del país.
A raíz de investigar con el curso de coaching nutricional acabé de comprender muchas cosas, y os diré algo que ya sabemos pero que me gusta recordar;
¡La dieta mediterránea no tiene precio!
Esta historia continuará…
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RESPALDADA POR
Miembro de la Sección de Psicología Clínica y de la Salud del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Centro Sanitario Autorizado
Num. CS18736
Miembro de la División de Psicología Académica SEP
¿CON QUIÉN HE COLABORADO?
¡Ellos ya lo han probado, no te quedes con las ganas!